sábado, 11 de junio de 2011

MONTERROSIANA

Decálogo monterrosiano

Juan Villoro

Catecúmeno de Juan José Arreola, Augusto Monterroso y de José Donoso, Villoro finca aquí su propio decálogo a partir de su experiencia como integrante del taller de narrativa que impartía el guatemalteco-mexicano Monterroso.

1. Los sueños no interesan como tales. El desorden de una mente que encuentra hormigas y orejas fuera de sitio carece de relevancia literaria. Aprende en Kafka: sus sueños parecen realidad.
2. Si no sabes adónde vas, detente, mira el techo, cuenta hasta diez, bebe un whisky. Las historias avanzan del final al principio. Si ya conoces el final, también detente. Las historias no tienen prisa; no escribas como si ya te hubieras leído o, peor aún, no escribas como si otros te leyeran.
3. Corrige mucho; luego agrega un defecto: una coma rara, una mayúscula caprichosa, una palabra repetida. En nada hay que trabajar tanto como en la apariencia de naturalidad.
4. No te canses de oír hablar a la gente. Los diálogos escritos surgen de traicionar esas voces.
5. Un estilo logrado no parece un estilo. Borges no maquilla cadáveres, los revive.
6. Los símbolos, como las moscas, están en todas partes pero sólo deben ser vistos de repente, por un cazador de moscas.
7. Has visto demasiadas películas. Las historias llegan sin escenografía. No des por sentado que el lector “ve” lo que cuentas. Aprende a revelar imágenes.
8. No te guíes por la emoción mientras escribes ni califiques las reacciones de tus personajes. Un héroe triste no da tristeza. Deja que la emoción sea efecto de la lectura.
9. Lee el Quijote. Luego, relee el Quijote. Luego, escribe un cuento en el que nadie conoce el Quijote.
10. No elogies la brevedad: practícala. No importa que te tomes más tiempo. Pascal vuelve a tener razón: se escriben textos largos por falta de tiempo para reducirlos.
11. Los novelistas son aprendices de cuentistas, pero no al revés. El cuento no es una preparación para otro género.
Desconfía de los decálogos de diez puntos. Más aún: desconfía de los decálogos.


Otras lecturas, otros mandamientos de Juan Villoro: El testigo, Barcelona, Anagrama, 2004. (Premio Herralde de Novela 2004).
Fuente: Juan Villoro, “Decálogo monterrosiano”, en La Jornada, sección Cultura, diciembre 21 de 2001, p. 5a.

[Edición no venal.]

2 comentarios:

Nana Rodríguez dijo...

Sabiduría en Juan Villoro.
Un saludo Javier

Anónimo dijo...

Jajaja, al terminar de leer este decálogo recordé que hace un año le pregunté a mi hermanita -después de escucharla platicar como la chica intelectual de la canción- "Oye sis, ahora que estudias Letras, ¿no te cuesta muchísimo más trabajo escribir?"

¡Saludos!

Pd. El desorden de una mente soñadora tiene interés mórbido y personal, aunque no lo tenga literario, creo yo.